Monday, June 15, 2020

KAMPÅNAN YOÑA


YOÑA CHURCH'S PREWAR BELL
Bullet or shrapnel hole, top left


In the konbento (rectory) of Saint Francis parish in Yoña sits a bell with a bullet hole in it.

That bullet hole was shot from an American plane, flying around Yoña in 1944 looking for Japanese ground troops.

Several chapels, starting with walls of wood and thatched roofing, were built in Yoña in the 1910s up to the 1930s as the ranching population there grew. Priests from Hagåtña would drive there a few times each month to say Mass. The village did not have a resident priest nor fully-functioning parish till after the war when the population swelled with people from Hagåtña who moved there, as the capital city was so ruined that the original residents couldn't return to their homes.

The last church built in Yoña before the war was made of concrete. A statue of Saint Francis was made by Father Marcian Pellett, OFM Cap and put in a niche above the main door. Above that was a small espadaña (a Spanish term meaning a vertical extension on a roof where bells can be hung) and this bell was placed there.





You can see the bell is still hanging in the espadaña in the small chapel.




A close up of the façade of the chapel, with bullet holes very visible.




After the war, a new and much larger church was built so the little chapel became a konbento, or priest's residence and office. No bell, therefore, was needed and it was taken down from the espadaña.

After Typhoon Paka (1997) destroyed the konbento, it was bulldozed and a modern rectory was built in the same exact location in 1999.



THE YOÑA RECTORY TODAY
This is the same spot, the same walkway even, where Yoña's prewar church once stood.


VERSIÓN EN ESPAÑOL
(traducida por Manuel Rodríguez)


LA CAMPANA DE YOÑA

En el “konbento” o rectoría de la parroquia de San Francisco de Yoña encontramos una campana agujereada por una bala.

Esa bala fue disparada desde un avión estadounidense, que volaba alrededor de Yoña en 1944 buscando tropas de tierra japonesas.

Varias capillas, en un principio con paredes de madera y techos de paja, se construyeron en Yoña en la década de 1910 hasta la década de 1930, a medida que la población aumentaba. Los sacerdotes de Agaña se acercaban allí varias veces al mes para celebrar misa. La aldea no tuvo un sacerdote residente ni una parroquia en pleno funcionamiento hasta después de la guerra, cuando la población creció con gente llegada de Agaña que se mudó allí, ya que la ciudad capital resultó tan destruida que los residentes originarios no pudieron regresar a sus hogares.

La última iglesia construida en Yoña antes de la guerra fue de hormigón. Una estatua de San Francisco fue hecha por el padre Marcian Pellett, OFM Cap y colocada en un nicho encima de la puerta principal. Encima había una pequeña espadaña (un término español que significa una extensión vertical en un techo donde se pueden colgar campanas) y esta campana se colocó allí.

Después de la guerra, se construyó una iglesia nueva y mucho más grande para que la pequeña capilla se convirtiera en un “konbento”, o residencia oficina del sacerdote. No se necesitaba, por lo tanto, la campana y fue retirada de la espadaña.

Después de que el Tifón Paka (1997) destruyera el “konbento”, éste quedó arrasado y se construyó una rectoría moderna exactamente en el mismo lugar en el año 1999.

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