SUPERVIVIENTES EN LA ISLA DE AGRIGAN
Nuestras Islas Marianas pueden ser pequeñas si las
comparamos con el resto del mundo, pero un reducido pedazo de tierra se
convierte en un paraíso y una salvación para cualquier persona que se aferre a
la vida en un mar azul profundo.
Una y otra vez, nuestras islas han salvado la vida de muchos
náufragos.
Uno de esos naufragios ocurrido hace siglos acotenció en
noviembre de 1818. Napoleón Bonaparte y Thomas Jefferson, por nombrar algunos,
todavía estaban vivos en esa época.
Un barco mercante estadounidense, el "Resource",
bajo el mando del capitán Cornelius Sowle, chocó contra un arrecife desconocido
en el Pacífico Norte y se hundió. Antes de que el barco se hundiera por
completo, consiguieron llevar toneles de agua potable y montones de panes a los
botes salvavidas que utilizaban para alejarse del naufragio.
Lamentablemente y para agregar a sus desgracias, el bote más
grande que tenía las mayores reservas de comida y agua se hundió, perdiendo
todas sus provisiones.
Quedaron dos botes, pero uno de ellos desapareció en la
noche. Se supuso que había volcado y se habían perdido todas las vidas. En ese
bote desaparecido viajaba el Capitán Sowle.
El bote restante estuvo a la deriva en el mar 25 días,
durante los cuales tres hombres murieron en el trayecto. Sus cuerpos,
naturalmente, fueron arrojados por la borda para ser sepultados en el mar.
Tenían pan para comer, pero nada de agua, excepto la que podían recoger con las
manos cuando llovía. El 15 de diciembre, los nueve supervivientes restantes
desembarcaron en Agrigan.
Agrigan tenía cabras y cerdos salvajes, además de vegetación
natural, para que pudieran sobrevivir. Por desgracia, uno de los nueve murió
durante un accidente mientras pescaba. Finalmente, y después de once meses en
Agrigan, un bergantín español los recogió y los llevó a Manila.
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