ANTES DE QUE EN GUAM EXISTIERA EL SIROPE DE MAPLE
En caso de que no nos hayamos dado cuenta, no hay maple en
las Islas Marianas.
Entonces, ¿por qué tomamos “buñuelos dågo” en Navidad
acompañados de sirope de maple?
El “dågo” en Guam es un producto originario pre-hispánico.
La preparación de “buñuelos” fue enseñada a nuestro pueblo por los españoles, o
por los soldados mexicanos o filipinos que los acompañaban.
Pero el sirope de maple solo apareció en Guam después de la
Segunda Guerra Mundial, al menos para la mayoría de la gente.
Pues bien, mucho antes de que el sirope de maple adornara
los estantes de nuestras tiendas, elaborábamos nuestro propio sirope llamado
“ATNIBAT”.
Se hacía con algo que cultivamos aquí en nuestras islas, ya
fuese caña de azúcar (TUPU) o savia de coco (TUBA).
Se hervía el jugo de la caña de azúcar hasta que se
convertía en almíbar. Ése era el primer método.
El segundo método era utilizar el azúcar moreno. Cuando se
hervía con agua, el azúcar moreno formaba un almíbar perfectamente fino.
El tercer método de hacer almíbar era hervir tuba dulce,
hecha de savia de coco.
La palabra en español es “ALMÍBAR”, pero la pronunciamos en
chamorro, “ATNIBAT”.
Podemos pensar que siempre tendremos sirope de maple en las
tiendas. Pero es posible que en alguna ocasión necesitemos sirope de inmediato
sin tiempo para ir a comprarlo. O, Dios no lo quiera, alguna situación mundial retrase
a los buques de carga de traer productos manufacturados a la isla.
Siempre que tengamos azúcar moreno, podemos hacer nuestro
propio “atnibat” o sirope, tal como lo hacíamos hace 100 años.
Así de fácil es prepararlo:
Antes de que el comercio moderno llevara el sirope de maple
a las Marianas, nuestra gente hacía su propio sirope usando azúcar moreno de
caña o savia de coco, ambos cultivados aquí en casa. Este sirope se llama
ATNIBAT. A continuación, os indicamos cómo prepararlo con azúcar moreno.
Usemos dos medidas iguales de agua y azúcar. Para una
persona, 1/4 de una taza es suficiente. Llevar a ebullición y revolver.
Esperemos hasta que tenga la consistencia que se desea, luego retiremos del
fuego y aguardemos a que enfríe.
Me gusta el almíbar no demasiado espeso, todavía un poco
líquido, ya que los “buñuelos” lo absorberán mejor y resultarán más empapados.
A veces el almíbar se pega a los lados de la taza, pero está lo suficientemente líquido como para que los “buñuelos” lo absorban completamente.
FELIZ PASCUA DE NOCHEBUENA.
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