Friday, May 1, 2020

ANUFAT



"Acha chatpago hamyo yan si Anufat."

"You're as ugly as Anufat."



That's the way you might have been insulted in the old days.

Not all taotaomo'na were created the same.

Meet Anufat, the ugliest of them all.

He was dark and hideous. His teeth were six inches long and his fingernails were long as well.

Both sides of his head had holes, stuffed with grass, leaves and ferns.

So, if someone wanted to tease you, he or she might tell you that you were as ugly as Anufat.


WHISTLE / CHEFLA



In olden times, people considered any latte site, no matter how small the latte or how damaged the pillars and capstones might be, to be dangerous places.

Even if the area just had a lot of exposed coral rocks, be careful.

The spirits of the ancient dead, or taotaomo'na, usually dwelt among the latte stones, it was believed, and they often indicated burial grounds of the people who lived before colonization.

People had the custom of whistling when they approached such places. They did this in order to alert Anufat that they were coming close. Otherwise, if your unannounced appearance startled Anufat, he could get angry and punish you by making you sick.

Some versions of the story say we ought to whistle when walking around cemeteries, but I don't think modern, Christian cemeteries are meant. Anufat would not be interested in hanging around the graves of José Cruz or María Castro. Too Christian for him.

He'd be more interested in hanging around the skeletal remains of the people of his time, before the Europeans came.

Other versions of the story say he had a bird's nest growing out of the hole in his head. That was someone's mistaken reading of an old book which said Anufat's hole had bird's nest FERN stuffed in his hole. It was fern, not a nest.


VERSIÓN EN ESPAÑOL
(traducida por Manuel Rodríguez)



ANUFAT

“Acha chatpago hamyo yan si Anufat”.
“Eres tan feo como Anufat”

Ésa es la manera en que cualquier persona podía ser insultada en los tiempos de antes.

No todos los “taotaomo’na” fueron creados de la misma forma.

Conozcamos a Anufat, el más feo de todos.

Era oscuro y feo. Sus dientes tenían seis pulgadas de largo y sus uñas también eran largas.

En ambos lados de su cabeza había agujeros, rellenos de hierba, hojas y helechos.

Entonces, si alguien quería molestarte, podía decirte que eras tan feo como Anufat.

En la antigüedad, las personas consideraban lugar peligroso cualquier sitio donde hubiese piedras “latte”, no importaba cuán pequeña fuese la piedra “latte” o cuán dañados pudiesen estar los pilares y las piedras superiores.

Incluso si en esa zona había muchas rocas de coral expuestas, se debía tener cuidado.
Se creía que los espíritus de los antiguos muertos, o “taotaomo’na”, normalmente habitaban entre las piedras “latte”, y a menudo señalaban cementerios de gente que vivió antes de la colonización.

Se tenía la costumbre de silbar cuando uno se aproximaba a esos lugares. Se hacía esto para alertar a Anufat de que alguien se acercaba. De lo contrario, si su aparición no anunciada sorprendía a Anufat, él podía enfadarse y castigar a esa persona enfermándola.

Algunas versiones de la historia dicen que debemos silbar al caminar por los cementerios, pero no creo que los cementerios cristianos modernos estuviesen destinados a los “taotaomo’na”. Anufat no estaría interesado en pasar el rato en las tumbas de José Cruz o María Castro. Demasiado cristiano para él.

Le interesaría más quedarse con los restos esqueléticos de la gente de su tiempo, antes de que llegaran los europeos.

Otras versiones de la historia relatan que Anufat tenía un nido de pájaro saliendo de un agujero de su cabeza. Ésa es en realidad una lectura errónea de alguien, de un viejo libro, que decía que en el agujero de Anufat había un nido de pájaro relleno de helecho. Pero realmente era un helecho, no un nido.



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