Cuando un padre biológico elige a un padrino para bautizar a su hijo, ambos se convierten en compadres, también llamados “kompaire” en chamorro. Kom (junto, con) y paire (padre). Co-padres. Uno biológico, el otro espiritual.
Este arreglo crea un vínculo que dura toda la vida. Los compadres acuden en ayuda mutua cuando es necesario.
En el pueblo de Inaraján en 1924, Isidoro Chargualaf Taimanglo recibió una “bakiya” (una novilla o vaca joven) como pago por los servicios prestados en el pueblo a un japonés llamado Antonio Kamo.
Isidoro Taimanglo mantuvo la “bakiya” fuera del pueblo, pero después decidió llevarla y domesticarla y, mientras estaba en el pueblo, Manuel Dueñas Flores reclamó la “bakiya” como suya.
Isidoro Taimanglo llevó el asunto a los tribunales. Manuel Flores, por su parte, afirmó que Antonio Kamo había regalado dos “bakiya”, una a Isidoro Taimanglo y la otra a Manuel Flores. La “bakiya” que tomó Manuel Flores era suya, no de Isidoro Taimanglo. Pero Isidoro Taimanglo negó la versión de Manuel Flores.
Cuando llegó el día de la audiencia del caso, Pancracio Palting, abogado de Isidoro Taimanglo, le dijo al juez que Isidoro Taimanglo quería retirar su denuncia, ya que él y Manuel Flores eran compadres. Propuso que tanto Isidoro Taimanglo como Manuel Flores dividieran la “bakiya” entre ellos cuando la sacrificaran, y que compartieran los costos de los tribunales al cincuenta por ciento.
Manuel Flores aceptó la propuesta y el caso fue sobreseído. Todo porque los dos opositores eran compadres.
No comments:
Post a Comment